Julio Adrián es joven, amigable, amable, sabe que lo que le está pasando es una gran oportunidad, lo vive así, cada segundo, regalándose en las redes sociales y en la pista. Su primera vez en Europa, como un sueño cumplido al cabo de muchos años, me confesó cuando visitó Carampa. Ahora está en el Price, haciéndoselo más fácil a todo el mundo. Aceptando la excitación del juego y contagiando su energía a todos los particioantes.