Tiene el Festival Internacional de Cir&Co, que está a punto de arrancar en Ávila, un proyecto que ha estado presente en nueve de sus diez ediciones. Una «incubadora» para poder crecer a nivel artístico, que hace nacer una idea, que crece y se afianza en Ávila de la mano de artistas recién salidos de las escuelas europeas de circo que deben ser capaces de construir un espectáculo del que serán testigos los abulenses el viernes y sábado. Son nueve alumnos «tremendamente disciplinados» y ante todo «motivados», dirigido en este caso por un trío de profesionales, que aunarán fuerzas, sacrificio y muchas de las disciplinas circenses apoyadas en la voz, la música y la luz para impresionar al público. Dicho así puede parecer algo etéreo, pero no, lo llevarán a ras de suelo y por encima de él y todo con un 'leit motiv', el placer. Ése es el punto de partida, «el placer desde un punto de vista político, como algo que nos concierne a todos como personas y como integrantes de una colectividad, como individuos y cuerpos», pues es el cuerpo su forma de expresión.Se trata de transmitir desde dentro el concepto de placer que tienen los artistas de circo, una disciplina «muy bonita de ver» y generadora de sentimientos. Así lo relataba para Diario de Ávila Verónica Capozzoli, directora artística de este proyecto que es el IXEncuentro de Escuelas de Circo Europeas, CRECE.
Bajo el título Eufórica 'Requiem en Dopamina' están construyendo un espectáculo que se acompañará de la espectacularidad de la noche y del abrigo de la Muralla en el sitio del Episcopio. Es allí donde recalaron el pasado domingo y donde empezaron a trabajar en una compleja idea desde entonces y a razón de casi 12 horas diarias de ensayos, salvo los momentos en los que deben dedicarse al cuidado básico de esos cuerpos que al fin y al cabo son su instrumento de trabajo. Sin duda la idea base de Eufórica es la creación colectiva de un espectáculo que busca abordar «a partir de los imaginarios y de las inquietudes experimentales, el concepto de placer, en su actualidad político, social y subjetiva».
Ayer, sobre las tarima del Episcopio nueve cuerpos buscaban la sintonía de un engranaje que se perfecciona por momentos, que no trata de imposiciones y sí de colaboraciones, que acepta el no por respuesta y hasta llegar al consenso. Ésa es la idea que nos transmite Capozzoli. Aquí sentará las bases de un gran acontecimiento cargado de entusiasmo y que viajará en cuestión de 10 días al Circo Price. Otro lugar en el que demostrar de qué va este espectáculo de colaboración en el que Capozzoli está respaldada por Alex Cabrer Mannins (como creador audiovisual de luces y sonido) y Sabrina Catalán Medina (como asistente de dirección).
Promete que habrá trapecio, trapecio Washington, aro, suspensión capilar, equilibrio, acrobacia, contorsión, y otras disciplinas como títeres, voz, música, canto, luz, «algo más que circo en cualquier caso». Un espectáculo multidisciplinar y heterogéneo que es circo y con eso «quiero decir que es riesgo también porque es salir a escena hablando muchos idiomas. Es la apuesta y es un riesgo». Son gente muy joven la que conforma el elenco, el mayor tiene 27 años, y llega de nueve escuelas, entre ellas tres de las mejores de España: son la Rogelio Rivel de Barcelona, la CAU, de Granada y Carampa, en Madrid. Junto a ellas están las escuelas de Berlín, la CNAC de Francia, FLIC de Turín, otra más de Lyon y otra de Portugal. Esas son las escuelas pero las procedencias de los artistas son más amplias, también de Argentina, Colombia, Méjico o Chile.
Se trata de un proyecto que tiene ya una amplia trayectoria con una meta muy clara que es «que artistas recién egresados tengan una experiencia lo más profesional posible» nos explica Javier Jiménez, como director-coordinador del proyecto CRECE. En Ávila cogerán la experiencia de exponer su trabajo en un escenario «a la italiana, más de calle, ante un público determinado de festival y desde aquí al Price a donde llegará el espectáculo, más limado, con una forma más definitiva». El espectáculo es sencillamente un laboratorio de creación que se mantendrá así durante un tiempo. En Ávila ha sido la toma de contacto real, pero ha habido pasos previos: «Empezamos trabajando a distancia», relata Capozzoli, «ha habido un momento previo a la selección del elenco artístico». Nueve son los componentes de ese elenco, pero se presentaron más de 70. Del mismo modo se abrió a la selección esa dirección artística a la que presentaron una docena de profesionales de la que ha salido el trío que ya trabaja con los artistas.
Una vez seleccionados los artistas, «empezamos con reuniones on-line, no en vano hay gente de España, pero también de Francia, de Méjico, de Argentina...».
El inicio lo marcó el intercambio desde la lejanía, desde un lugar conceptual, para después «poner en diálogo las inquietudes de cada uno ». Cada componente lo trabajó de manera individual para luego tratarlo «con sus lenguajes de circo hasta un discurso colectivo». La estructura es clara, pero hay libertad de propuestas para crecer, al fin y al cabo CRECE es el nombre de la iniciativa. Una iniciativa que ahora ya debe construirse a través de los cuerpos de Jasper Mauritios Deininger, Laura Lombarte,Sofi Fernández, Moïse Luneau, Mateo Castelblanco, Fernando Mariscal, Teo Martín Rubio, Francisca Sanhueza y Borja Nou. ¡Suerte, trabajo e inspiración para ellos!
I.Camarero Jiménez