6 de septiembre de 2019

El puzzle de la creación


La mesa de trabajo de Michelle está tan ordenada —o desordenada, según se mire— como su cabeza. Lo que sí está claro es que lo tiene todo en su cabeza. Incluso los ingredientes de un desayuno proteínico para los artistas. Su capacidad de trabajo es loable y su generosidad, su atención hacia las personas que le rodean, la hace especial. Juega todos los días y el tiempo es como si se alargase de manera natural. No hay prisas. La materia prima está dispuesta sobre la mesa. La cheff conoce bien todos los ingredientes y conoce sus habilidades. El banquete está asegurado.