21 de septiembre de 2025

Escribe Christian


Obviamente voy a comenzar esta reseña pidiéndoles esos 5 centavitos de felicidad. Este proyecto ha modificado mi manera de levantarme de la cama; ahora es un poco distinta, con ese miedo y placer de recibir ese cubo de agua. Esta nostalgia post-proyecto es un buen signo, una señal positiva de que pasé momentos especiales con cada miembro del equipo "Free from Desire".

Quisiera hablar más del proyecto, pero necesito hablar del vacío que me dejó la pérdida de mi perro Kenny. Kenny es un perro —bueno, con cuerpo de humano pero cabeza de perro—. Al principio de la creación, lo aparqué fuera del Price y nunca más lo volví a ver. Al no tener fotos de Kenny, me fué difícil explicarle a la gente que mi perro se perdió sin que se rían de mí. Esta es una lección de vida muy fuerte que me está enseñando algo importante: guardar lazos, estimular el espíritu de esta creación para seguir, acompañar, crear o continuar ese famoso

"¿y ahora qué?".

Evidentemente la vida sigue. ¿Que se puso una semillita en el camino y hay que regarla? No lo sé, pregúntenle al director. ¿Que lo de mi perro Kenny es una mentira? Falso, es tan real como mis ganas de veros de vuelta, equipo. Mucho amor para todxs.

Y bien, como diría el borrachito: "Valientes aquellas que luchan por sus sueños"

Christian