10 de noviembre de 2020

Reflexión de Alan

Crece para mí fue sorprendente. No tenía ninguna dimensión del proyecto antes de ser parte de él. El primer día fue un shock, la barrera del idioma me dio un poco de recelo. El proyecto fue una oportunidad para conocer gente increíble, para vivir el circo en un espacio íntegramente pensado y diseñado para eso, que es una rareza, un privilegio. Nosotros, acostumbrados a adaptar y formatear a los espacios limitados y a la falta de condiciones, tuvimos la maravillosa oportunidad de vivir un espacio en perfectas condiciones, lo cual fue muy gratificante. Veo que una experiencia es enriquecedora cuando puedo sentir sus ecos en mí. Después de Crece, siento que retuve otros tipos de movimientos, inspirado por los otros, que experimenté otra forma de hacer artístico —comprometido, crítico, político—, que aprendí ejercicios utiles para creación, que creé una pequeña red familiar en España y que ahora soy mucho más hispanohablante de que cuando llegué.  Muchas gracias a todos los involucrados. ¡Soy universal!


Alan Sencades