30 de septiembre de 2024

Reflexión Eva

Foto: Gaby Merz

Como exalumna de Carampa, siempre había querido participar en el proyecto CRECE, lo que no me esperaba es que ese sueño se fuera a cumplir y ni mucho menos que fuese a hacerlo con el doble rol de rigger y de artista. Para mí, haber participado del proyecto ha significado mucho. Para empezar, ha significado un cambio de ciclo, el cierre de una etapa de escuela y el comienzo de una nueva como profesional, tanto artísticamente como por la parte técnica con el rigging. 


Me siento super agradecida de haber podido cumplir el sueño de formar parte del proyecto, del grupo que se formó, y de la oportunidad de participar de esta propuesta que nos traía Jorge con el tema de las despedidas, es un tema que me apetecía mucho, por distintas personas a mi alrededor que desafortunadamente se han ido yendo y por la situación que vive el planeta en este momento y cómo me afecta a mí. Podría decir que para mí ha sido un regalo triple poder formar parte de todo esto. 


Gudbai ha sido una bonita forma de despedirme de algunos seres queridos que ya se fueron pero de una forma única. Por ejemplo, en una escena en la que bailaba “sola”, como mimando que bailaba con alguien, en cada show me imaginé bailando con algún ser querido. Tuve la oportunidad de bailar con mi abuela en la pista del Price, ¿qué más puedo pedir?!


Antes de empezar estaba algo nerviosa y expectante de cómo iba a poder desarrollar las funciones de rigger y artista en el mismo proyecto, pero confiaba en Jorge y Javi, quienes confiaron en mí al ofrecerme ese doble rol y les estoy muy agradecida. Tenía un poco de nervios en descubrir cómo iba a gestionar mi energía a lo largo del proceso pues sabía que nos enfrentábamos a unas largas jornadas de trabajo y con muy poquito descanso. Me sorprendí cuando iban pasando los días y, obviamente, sentía cansancio pero todo lo que me estaba aportando el proyecto me hacía recargar las pilas. ¡Sobre todo el grupo! Ha sido una maravilla de grupo, me he sentido muy abrazada y apoyada por todas. Todas han sido muy generosas al ofrecer todo lo que tenían y en no dudar en sacrificar material por el objetivo común. Y nos hemos cuidado mucho entre nosotras y hemos compartido no solo en los ensayos y dentro del teatro si no fuera también. 


En cuanto a la dirección de Jorge, ha sido un placer poder estar bajo su dirección, es muy interesante cómo incorpora el arte plástico en las creaciones, el millón de ideas e imágenes que genera con muy pocos materiales, y su generosidad en proponerlas tanto si se usan como si no. Siento que con el poquísimo tiempo que hay ha sabido gestionar muy bien los tiempos de investigación y los momentos de fijar material. Ha sabido hacer una buena mezcla entre sus propuestas y las del grupo.


También estoy agradecida por haber tenido una super compañera de trapecio que con todo su power y su humildad me ha guiado, ayudado y compartido muchísimo, y ha hecho que me sintiera un poco más trapecista. Gracias, Luli.


Espero que este proyecto siga por muchas generaciones más. Crear un espectáculo en tiempo récord, con una dirección, con un grupo de artistas que no se conocen y actuar en el Price, es una experiencia única.


Gracias a Marisa por estar siempre, y a todo el equipo que lo hace posible.


Eva Selvi

Reflexión Vale

Foto: Gaby Merz

Recuerdo haber escuchado sobre el CRECE en mi primer año de formación, quedé intrigada y con ganas de participar en el proyecto. Cuando me di cuenta que Jorge Albuerne iba a ser el director artístico en esta edición, no lo pensé dos veces y mandé mi candidatura. Para mi sorpresa, ¡fui seleccionada!

Para mí fue una experiencia increíble, fuimos bien recibidos desde el primer día que inició el proyecto; tomando en cuenta toda la logística de meses antes, para hacer posible esas 2 semanas y media de residencia.

Y ahí estábamos 10 artistas, un director y un equipo de producción sentados en la butacas recibiendo la charla del plan de emergencias del teatro price, jajaja, que recuerdos. En fin, 10 artistas, todos de países diferentes, teniendo a disposición un lugar como el Circo Price; les juro que no tiene precio.

Fue todo un proceso, tener que entrar en confianza, conocer 9 personas desde cero, y no solo conocerlas, sino entrar en contacto con 9 cuerpos nuevos, con los que teníamos que encontrar una sintonía para trabajar en colectivo. Así que sí, fueron dos semanas y media bien exigentes a nivel cuerpo y mente, pero por otro lado cuando estaba dentro de los ensayos las horas pasaban volando. Como dijo Marta, "¡parece que estamos haciendo una maratón!".

Voy a estar eternamente agradecida con todos mis compañeros; por ser tan pura vida y tener una vibra tan linda, por estar siempre a disposición de entregarlo todo en los laboratorios y escenas; siempre pensando en el otro para hacer la vida y la convivencia más fácil; dejando egos afuera, preguntándonos constantemente cómo nos sentíamos, para no sobrepasar los límites del otro; siempre súper comprensibles ante las adversidades de los demás… Eso es algo que me llevo en mi corazón: un pedacito de la buena voluntad de cada uno de ellos para hacer las cosas posibles.

A pesar de la intensidad vivida en esas semanas aún nos dejó tiempo libre, para convivir, compartir y arreglar el mundo, mientras comíamos churros a las 9 a.m o bebíamos una cerveza a 9 p.m.

Gracias infinitas a las apuntadas, por esas conversaciones en el bar al final de 8 horas de trabajo…,  por eso le doy gracias a la vida por cruzarme en los caminos con todos y por conectarme con cada uno de ustedes.

Muchas gracias a Jorge por ser una inspiración, por cuestionar mucho los pensamientos, por estar siempre ahí, creando sin olvidar las injusticias que pasan en el mundo exterior… Por incentivar la literatura como input creativo, que para mí fue algo que me voló la cabeza desde la primera vez que trabajé con él; tener esa habilidad con las palabras para de ahí sacar creaciones increíbles.

Muchas gracias. Gracias a Marisa a Oscar y Javi, por andar atrás para que todo sea posible, por recibirnos siempre con una sonrisa y un buenos días, por salir corriendo a comprar cosas que necesitábamos en el último momento, gracias por esa entrega y dedicación. Gracias por confiar en nosotros…

Y muchas gracias a Carampa y Circo Price por hacer posible este proyecto…,  deseando lo mejor para que cada año este proyecto siga en pie y cada vez con más apoyo por parte del teatro y los inversores… Sería genial pensar que en un futuro se les pueda pagar a los artistas recién graduados por ser parte de este proyecto, como una pequeña pincelada de lo que es el mundo del trabajo en el circo contemporáneo.

Gracias por todo, este proyecto lo voy a llevar en mi corazón para siempre…, una experiencia que no cambio ¡por nada en el mundo!

Como dicen por ahí: "el regreso es parte del viaje".
Y aunque ya estemos todas de regreso en casa, no quiere decir que aquí acaba el viaje, es solo un "reseteo" para procesar todo lo que vivimos y luego comenzar el viaje de nuevo lleno de caminos por elegir. Espero encontrarlos en ese camino.

Por eso, no es un Gud'bai, es un, ¡hasta la próxima!

A ver, siento que ya hable mucha papaya…
Así que con mucho amor, ¡se despide esta mae! Les mando muchos abrazos, ¡salud y circo!
¡Pura vida!

Valeria Elizondo

Reflexión George

Foto: Gaby Merz

The CRECE project was an excellent experience to be a part of. Both Carampa and Circo Price were both accommodating and extremly friendly.

CRECE provided an opportunity for me to meet and network with an amazing group of circus artists, all right at the start of their career. Creating a work in such a short time was very challenging, but also rewarding, as the end product was a beautiful culmination of our combined efforts. It was all over too fast! I was very grateful to be selected for the project and to work with Jorge, and I hope to maintain connections I made, and work with these amazing artists again soon.


Georges Swattridge

Reflexión Fay

Foto: Gaby Merz

I’m not very good with words. The emotions I have for this project and the people who are involved are much bigger than this structured text. I just need to express my gratitude for being selected and for all the help and the big hug I had from everyone involved! You are a perfect team full of love and support. I believe that everyone who is a student of Carampa is super lucky :)

 Αρχικά, όταν έμαθα πως θα συμμετέχω στο Crece 2024, δεν το πίστευα. Ωστόσο, η εμπειρία ξεπέρασε κατά πολύ τις προσδοκίες μου. Η ομάδα που με περιέβαλλε ήταν απλά καταπληκτική, γεμάτη ταλέντο και με αγκάλιασε με αγάπη από την πρώτη στιγμή. Ένιωσα ότι δημιουργώ, εκφράζομαι και μοιράζομαι, κάτι που για μένα ήταν πολύ σημαντικό. Η στήριξη από την ομάδα της Carampa ήταν ανεκτίμητη. Όλοι ήταν πάντα έτοιμοι να βοηθήσουν, γεμάτοι χαμόγελα και καλοσύνη. Ευχαριστώ από καρδιάς τον Jorge που με επέλεξε και μας ένωσε σαν ομάδα. Ευχαριστώ επίσης τους Javier, Marisa και Oscar που ήταν εκεί για μας όποτε χρειαζόμασταν κάτι, προσφέροντας αμέριστη στήριξη και ενθάρρυνση. Ευχαριστώ την ομάδα μου, που με αγκάλιασε τόσο ζεστά. Ήταν πραγματικά μια υπέροχη εμπειρία. Το αποτέλεσμα, πέρα από επιβράβευση, ήταν μια αναγνώριση των κόπων και της συνεργασίας μας. Νιώθω πως βρέθηκα στο μέρος που πάντα ήθελα να είμαι: ανάμεσα σε μαγικές εικόνες, ταλαντούχους ανθρώπους γεμάτους φαντασία και δημιουργικότητα. Σας ευχαριστώ όλους από καρδιάς και ελπίζω να σας ξαναδώ σύντομα για να δημιουργήσουμε ξανά!


At first, when I found out that I would be part of Crece 2024, I couldn’t believe it. However, the experience far exceeded my expectations. The team surrounding me was incredible, full of talent, and they embraced me with love. I felt that I was creating, expressing myself, and sharing, which was very important to me. The support from the Carampa team was invaluable. Everyone was always ready to help, full of smiles and kindness. It was a truly beautiful experience. I want to thank Jorge for selecting me and for bringing us together as a team. I also want to thank Javier, Marisa, and Óscar for always being there when we needed something, offering their encouragement and support. I am grateful to my team for embracing me so warmly. It was such a wonderful experience. The outcome, beyond being a reward, was a recognition of our efforts and collaboration. I felt like I was exactly where I wanted to be: surrounded by magical images, talented people full of imagination and creativity. Thank you all from the bottom of my heart, and I hope to see you all again soon to create together once more!


Fay Malama

Reflexión Melinda

Foto: Gaby Merz

Para mí el CRECE ha sido la oportunidad de crear dúos, tríos y colectivos. De conectar. Aventurarse a crear algo en 1h con dos personas muy diferentes, de países diferentes. Es un reto, pero sobre todo un descubrimiento y un aprendizaje intenso, hermoso y muy útil para mi futura carrera como intérprete y creadora.

También ha sido la oportunidad de actuar de manera intensa y, al nivel de interpretación, es muy interesante ver cómo evolucionan los movimientos internos en la repetición.

Lo que nos ha reunido a todas era un hambre de crear, de probar, de actuar y jugar. Y también, una empatía grande hacia los demás.

Ha sido muy potente actuar en un sitio tan grande como el Price, con Juan Carlos que nos iluminó de manera increíble. El CRECE ha sido como se llama: un crecimiento en modo express y conexión con otras personas, que eso es lo que me llevo también.


Melinda Espinoza

Reflexión Lulu

Foto: Gaby Merz

Pienso que la experiencia del CRECE fue y es realmente significativa. Como latinoamericana (he venido de Argentina), tener la posibilidad de viajar gracias al circo es una oportunidad inmensa que me deja colmada de nuevos deseos y afectos.

El proceso fue muy intenso, pero sumamente acompañado. Me sentí en casa en el Teatro Circo Price, ya que nos acercaron su historia y nos adentraron en todos sus recovecos. Habitamos ese micromundo del circo durante 14 días ininterrumpidos en los que las ojeras se intensificaban con el correr de los días. Así igual, nuestra confianza grupal y esos pequeños rituales temporales de compartir la siesta, la comida, y los espacios de ensayo y reflexión.

Fuimos un elenco de diez personas de distintas partes del mundo, con distintas formaciones y disciplinas. Y siendo así, valoro mucho el espacio y el tiempo que tuvimos para trabajar vincularmente: sostenernos, portarnos, acompañar nuestros movimientos, compartirnos nuestras frases. Que el espectáculo haya contado con escenas inéditas que co-crearon personas que no se conocían previamente, me parece de lo más fructífero de una creación colectiva. Agradezco mucho al director, Jorge Albuerne, por haberle dado esa importancia al trabajo conjunto. Hizo que el proceso creativo sea mucho más valioso que el espectáculo.

En ese aspecto siento que proyectos como este son fundamentales: seguir tejiendo redes en nuestra comunidad circense más allá de las fronteras es algo que hoy en día tenemos que seguir militando. Me llevo vínculos que me abren puertas al mundo de ahora en adelante, y destellos de otras culturas que me habitan para siempre. Fomentar esos cruces y este tipo de creaciones artísticas hoy en día me parece crucial y lo agradezco mucho.

Del mismo modo, agradecí mucho la dirección de Jorge en cuanto a la mirada que nos trae del circo: traer las bellas artes, la potencia de la imagen y también la potencia de un concepto a la pista: la despedida. Pensar de qué forma el circo puede hablar de algún aspecto de lo humano que trascienda el virtuosismo de la técnica. De qué forma nos ayuda a expresar un pensamiento político, una historia, una forma de decir adiós.

Indagar en las maneras que tiene el circo de decir algo cuando dejamos que se contamine de otras disciplinas (el teatro, la literatura, la danza, etc.) pienso que es algo que nos compete en la actualidad. Y el CRECE fue un espacio para hacerlo.

Me siento muy agradecida por el equipo inmenso que permitió que esto se lleve a cabo (la gente del teatro, producción, Carampa, la dirección y a lxs enormes compañerxs artistas que tuve el privilegio de conocer). Me llevo más de lo que hubiera imaginado. Y dejo mucho sembrado también, para poder volver a cosechar.

¡Gracias!


Lucía Montoro

Reflexión Ouria

Foto: Gaby Merz

Toujours la même chose

Tu veux oublier?

Des kilomètres de vie en rose

 

L’appartement trois pièces en enfilades

Perd le fil

Ça aurait dû être ça

Les mots et les mailles

(S’) Aimer pour de vrai

Tu t'en souviens?


Des vies que nous dessinons


Comme si tu ne m’avais pas vu venir


Tous ces détails qui faisaient de cette vie la nôtre

 Au milieu du vide et du rien, comme si c’.tait normal, comme si tout allait bien

Tu n’es plus là, je ne t’attendrai pas pour la suite


Y tantas otras frases escritas cada noche con tiza sobre el linóleo de la escena del Price, todas relacionadas con el hecho de dejar ir a alguien, con la desaparición de la otra persona que deja demasiadas huellas en nuestro interior.


Marcada, así me siento después de participar en la creación de ɡʊdˈbaɪ, marcada por los ruidos, los cuerpos y las voces, el calor y el frío del aire acondicionado, los colores, los vestuarios, la altura, el aire propulsado por los movimientos de los tejidos y de las personas. La cálida acogida de los organizadores y el descubrimiento de nuevas personas que no me esperaba. Todo ello deja huellas, ancladas en la médula, como si se me hubieran añadido y constituyeran una nueva parte de mí, completando mi ser.


¡Qué lindas sorpresas y descubrimientos a lo largo de las dos semanas y media de

creación y espectáculo! Cada pequeño detalle de este proyecto me lleva una sonrisa al corazón y solo puedo daros las gracias por ello, a vosotros: Marisa, Javi y Óscar, pero también a todos mis compañeros de escena, a los técnicos sin los cuales nada es posible y por supuesto a Jorge, gracias gracias gracias por este hermoso regalo que fue ɡʊdˈbaɪ.


Y como decimos en francés "ce n'est qu'un au revoir" :)


Ouria Tran

Reflexión Marta

Foto: Gaby Merz

Hacía tiempo que había oído hablar del CRECE, este proyecto en Madrid que se hacía todos los años en el Teatro Price. Escuchaba comentarios como: "¡Fue una gran experiencia!" o hasta me aconsejaban: "Marta, tienes que hacerlo, ¡está muy guay!".

Así que no dudé en enviar mi candidatura para poder vivirlo en primera persona, y, para mi sorpresa, ¡me seleccionaron! Y feliz como una perdiz, me fui a Madrid.

Allí me encontré con un grupo de 9 artistas totalmente preparadas para darlo todo y crear nuestra pieza titulada "GUud Bai". También conocí a nuestro director, Jorge Albuerne, un guerrero que venía a dirigir la batalla desde un enfoque claro y plástico. Además, estaban Marisa, Óscar y Javi, siempre sentados en la banquilla, pero disponibles y presentes para cualquier problema o duda que surgiera.

Todo pasó muy rápido, y en apenas 10 días ya teníamos un espectáculo de más de una hora, lleno de color (aunque en realidad solo había 4) y con un inicio y casi un final.

Me fascinó la rapidez de la creación luminosa, la elección musical y la eficacia en el vestuario. Nunca había vivido algo así. Pero lo que realmente me impactó (casi me emocionó) fue la magnitud de la escena, improvisar y crear en ese espacio, un lugar que ni en mis sueños más locos me habría imaginado estar. Por dentro pensaba: "¡Hay que aprovechar, Marta! No dudes en darlo todo". Y es que todo pasó tan rápido que ni siquiera tuvimos tiempo de visitar el Retiro o dar una vuelta por el barrio. Darlo todo era la única opción.

Finalmente llegó la primera fecha; la primera de cuatro. Estaba emocionada, un poco nerviosa y muy contenta porque mi madre había tenido el valor de venir sola a Madrid, la gran capital, y pasearse todo el día para llegar al Price a las 20h para verme.

Y de repente llegó el domingo, la última fecha. Sinceramente, mi cuerpo estaba un poco confundido y me pedía un descanso. Aún arrastraba los moretones y heridas de la primera semana de creación, y ya estábamos por terminar la última función. ¡Me encantó! De verdad. ¿Lo volvería a hacer? A lo mejor en unos meses, porque fue realmente intenso. Pero son de estas cosas que te hacen mejor persona y mejor artista. Son esos proyectos de los que uno se siente orgulloso de haber participado.

... y quisiera agradecer...

Jorge, gracias por tu paciencia, por escuchar, por estas ideas tan bonitas, por construir la casa todos los días y por incluir todas las culturas e idiomas del grupo.

Javi, gracias por tus palabras tranquilizadoras y sinceras cuando me agarró el bajón durante la creación. Parece que no, pero resonaron en mi cabeza y me hicieron sentir mejor.

Marisa, gracias por tu sonrisa y el "¿cómo estás, Marta?" cada mañana. De verdad, me hacías sentir cuidada.

Óscar, gracias por darnos la bienvenida a Madrid a mí y a Julia. Se agradece mucho cuando eres bien recibido en un lugar desconocido.

Lulu, gracias por venir desde tan lejos para formar parte de esto. Me llevo mucho aprendido de tu trabajo.

Ouria, gracias por tu serenidad y tu calma, y al mismo tiempo por el consejo y el comentario perfecto para cada situación. Fue un placer cruzarte y verte en la cuerda.

George, gracias por entrenar conmigo incluso cuando el cuerpo ya no podía más. ¡Elegimos la mejor y la peor disciplina del mundo!

Julia, gracias por estar a mi lado una vez más. Seguimos creciendo juntas...

Melinda, gracias por compartir algunos trucos de acrobacia conmigo; ¡me los guardo para siempre!

Eva, capitana, gracias por esa sonrisa y tu energía. Siempre estabas allí, antes que todas, por la mañana y por la noche.

Valeria, Mae, gracias por aguantarnos a mí y a Julia en el Airbnb, y por tus bailes y tu energía de buena mañana.

Fay, un placer volver a cruzarme contigo, esta vez en un proyecto diferente. Gracias por la resistencia y paciencia de tu pelo, por el café que nos invitaste y el How are you? Gracias por abrir siempre las puertas en Atenas. ¡Espero vernos allí pronto!


Marta Bolibar

29 de septiembre de 2024

Reflexión Julia

Foto: Gaby Merz

Dos semanas y media, casi tres. Ciudad nueva, espacio de trabajo nuevo y equipo nuevo. Todo nuevo, pero muy acogedor. Lo miro en retroceso y me viene la palabra intensidad. Realmente fue intenso, jornadas largas y productivas. Yo, que pensaba que conocería Madrid, lo que conocí fue el camino de casa al Price y el buen barrio de Lavapiés.

Un proyecto con un equipo que se respiraba motivación y admiración hacia las demás. Primeros días, típico ¿no? Puesta en común entre personas y cuerpos que antes de estar en el CRECE, no sabíamos de la existencia de las otras. Poco a poco, construyendo como hormiguitas, alguna birra al bar para hacer comunidad, conocernos entre las nueve que éramos, saber un poco más de nosotras, de los mundos que veníamos y empezar a darnos calor.

Un diálogo entre propuestas que funcionan y otras que no. Una creación exprés, se me hizo corta, yo quería más.

Un director, Jorge, familiarizado con el mundo plástico, combinación de cuatro colores en escena, materiales y texturas. Exigente, pendiente de su entorno y buen amigo del humor. Necesaria su exigencia y ésta escucha generosa.

Sosteniendo el tinglado Marisa, Óscar y Javi, que sabéis, sin estas personitas tampoco sería posible un proyecto así. Siempre, al tanto de cualquier necesidad.
Salimos de allí contentas, misión cumplida. Con un resultado final satisfactorio y sudado. Los últimos cuatro días, actuar en un espacio como el Price, la verdad es que no nos podemos quejar, rodeada del equipo maravilloso que está detrás de los focos y que hacen posible que esta estructura funcione y continúe en pie.

Me fui a casa, con una sonrisa dibujada en mi cara y una bonita nostalgia al recordar las casi tres semanas vividas.


Julia Pluma