24 de septiembre de 2025

Escribe Joel


Vuelta a la realidad; ni tan alegre, ni tan insensato. Parece que mis hijos se han contagiado del show. Pletóricos y descabellados. Ahora ellos tienen el micro de director, la espada y los cubos de agua, y dan duros golpes de realidad, golpes que duelen, golpes que al instante te traen de vuelta a casa. Quizá me acostumbré demasiado a la vidorra madrileña, de Rodríguez… Menudas vacaciones, y ¡cómo nos lo curramos! Mi hígado mejora pero me niego a pasar página, me resisto a la pena apretando los dientes y echando las lágrimas para dentro. 

Mientras tanto, vuelta al circo, el circo que te hace tener valores, el circo en el que te deslomas; montajes, intemperie, hierros, bártulos, cricas, y luego al ruedo… me desplomo contracturado pensando en el Price… esos telones, esas gradas, ese escenario, esos ascensores, ese submundo cavernícola… he idealizado hasta los putos protocolos… cuántas comodidades... Bien está que el CRECE sea tan fugaz, así no nos acostumbramos. Si no simplemente no habría vuelta a la realidad. Hemos de conocerlo, pero sin acomodarnos, porque mucho a mi pesar… nuestra realidad es otra. 

Algunos hemos echado cuentas, cuentas en las que los artistas cobren, pero esas cuentas no salen, o salen para reírse y reconocer que no habrá gira de Alegres e Insensatos. Qué lástima. Hay gente que necesita verlo, tanto o más como necesitan su burguer, su fisio, su psi… la gente está fatal (nosotros no tanto) y nos necesitan Alegres e Insensatos. Y nosotros necesitamos que salgan las cuentas, al menos de vez en cuando. Vuelta a la realidad. Cubo de agua sin agua, sin cubo, que poco refrescante, que poco estimulante… 

Pero gente, igual nos dan un premio! Hacer un CRECE con 5 fregonas y algunas camisetas recicladas… eso sí que tiene mérito… fijo que por nuestra culpa el año que viene les bajan el presupuesto. Me muero por verlo, es más, voy a comprarme ya los billetes, solo por volver a ver el Price, para sentiros cerca. Y evidentemente para ver qué hacen. ¿Restregarán el potorro por todo el Price? El Proyecto CRECE mola. 

Y qué cierre sería sin algunos agradecimientos.

Gran agradecimiento a Leandro, porque fue él quien hizo su arriesgada apuesta por mí, para darle ese cambio de aire al CRECE. Él dice que confiaba en mí, y yo le creo, pero aún así se la jugó. ¡Y qué bien!

Alegres e Insensatos no hubiese sido lo mismo sin el atento análisis de situación de Marisa, que con la ayuda de Óscar, domaron las aguas de dos mares antagónicos, haciendo milagros para que el barco no se hundiera. Poca gente he visto tan implicada como para mudar su despacho a la pista, poco les faltó para bajarse la impresora a escena e improvisar. Poco visible y poco reconocido el gran trabajo que hicieron.

Javier Jiménez no confiaba en mí, lo supe el primer día, justo cuando lo dijo literalmente delante de todo el elenco. Dijo: yo confío en todos vosotros, el único en el que no confío es en Joel. Pero todo bien, aprecio la delicadeza de la vieja escuela. Quizá a base de sinceridad ha hundido ya a unos cuantos directores emergentes, pero en todo caso, yo, valoro el chiste y el atrevimiento. Y valoro que viniera a decirnos que ya sí, que lo veía. Verlo disfrutar el show fue un aliciente. Y es que se la estaba jugando él también, y qué menos, se merecía gozarlo. Gracias, Javi, por abrirme las puertas de Carampa y del Proyecto CRECE.

Hubo final feliz. Porque el elenco confiaba en mí, o al menos eso parecía, y yo en ellxs, o al menos me esforcé mucho para que así lo pareciese. Al final, fue el camino y fue el resultado. ¡Qué gran recuerdo me llevo! Qué gran elenco. Os quiero, os añoro, gracias por lanzaros al vacío conmigo.

Pero no os vayáis por favor, no quiero decir adiós tan pronto, no puedo despedirme aún, alarguemos esto hasta la eternidad, como la última noche... Desde entonces sufro abstinencia del CRECE, juro que me estoy desquitando, pero dejadme que rememore una vez más: Rachel cayendo del sofá dormida, el merecido cubo de agua a Christian, Tara durmiendo en el sofá, la camiseta bdsm de Marco, Ilaria declarando su amor, las caras de todos a las 9h, la expresión de Louna al proponerle la escena de la pastilla, Álvaro pidiendo un faking blowjob, las frasecitas de Rafael, Tara sigue durmiendo, punk Fenja animando al público, Camilo no recordando el texto, Louna vacilando al pobre cabezón, Ilaria resbalando, Javier diciéndole a todo el Price que se la suda completamente, a Tara le gusta la siesta, a ver quien se la quita ahora, doble mortal a espalda, aguacate, Javi haciendo de Rafael, Marco diciendo que no, Fenja chupando sobaco, Marco sonriendo, las risas reales de Rachel, el público comentando el espectáculo en pleno espectáculo, Louna qué pastilla me diste, gente marchado en pleno espectáculo, Ilaria tirando el aro, Rafael hasta en la sopa, nunca vi a nadie dormir tanto en un teatro, técnicos matando el tiempo, la tuna, la poli, el rap, el menú de Lili, fregar suelo, fregar suelo, todos juntos fregando suelo en silencio… 

Ahora me toca fregar lágrimas, rehacerme, sacar pecho, pasar página, vaciar el cubo. 

Todo esto y todo lo demás. Fuimos nosotros en Madrid, en septiembre de 2025. 

Joel Martí Melero


22 de septiembre de 2025

Escribe Rafael



Hola, soy Rafael. Quizá me conocéis como el tipo de mala leche que echó a un vagabundo borracho del teatro…, o como el que movió a dos personas de sus asientos para mandarlas a la esquina más remota. También os puedo sonar por quitar móviles y lanzarlos al suelo, o por intentar parar un espectáculo cuando los artistas la están liando demasiado. Soy ese que pasa vergüenza cuando le declaran su amor en escena, también soy el que intenta echar (otra vez) al borracho que vuelve a liarla, y el que corre sin parar atado de las manos, dejando hasta el último aliento. Ah, y no olvidemos que sigo siendo ese que acaba colgado como un jamón durante 20 minutos. Quiero pensar que fue un error y se equivocaron…,  aunque viéndolo desde fuera, tal vez fue la excusa perfecta para dejarme ahí sin molestar.

–Naaah, son buena gente, no creo que lo hicieran a propósito… ¿o sí?

Más allá de todo eso, vivir esta experiencia ha cerrado una etapa importante de mi vida: como técnico. Me he dado cuenta de que no valgo mucho para eso. Estos cabrones me han contagiado: ¡¡ahora yo también quiero ser alegre e insensato!! He empezado a mear sin levantar la tapa y dejo los frascos de pepinillos abiertos… Voy poco a poco… Buscando una nueva etapa que vivir.

Quiero agradecer a Joel y Javier por confiar en mí, a Eva por salvarme la vida, y a todo el equipo de Carampa y el Teatro Price por hacernos sentir en casa.

Nos vemos pronto echando un café. :D

Rafael

Escribe Tara


Long story short, I am so grateful that I got to be a part of this edition of CRECE . I leave this experience feeling recharged, excited and full of love for the amazing team I got to meet and work with. I felt so comfortable so fast, feeling like I could be fully myself, and despite my language barrier I felt like I managed to be a part of the group and the creation in my own way. There is a huge part of connecting and communicating that exists beyond words. I don't know much about the previous years, but this time it was all about exploring boundaries, taking risks and character research to the extremes. Personally I loved it, it felt inspiring and exciting as it allowed me to explore my own artistic properties with both guidance and freedom. I feel really grateful to have had this experience before I graduated as it really gave me a spark and an excitement for what opportunities I might find as a working artist after school finally is done. The director had the opportunity to choose the artists he thought would suit his artistic vision, so I felt appreciated for my unique artistic qualities and personality.

Poured wet, freed from desire and unfiltered, I leave this experience filled with inspiration and curiosity to see where my passion will take me next! Hopefully I will meet the team again one day soon. Much love to this group, and the CRECE organisation for taking good care of us from the beginning to the end.

Tara

21 de septiembre de 2025

Escribe Christian


Obviamente voy a comenzar esta reseña pidiéndoles esos 5 centavitos de felicidad. Este proyecto ha modificado mi manera de levantarme de la cama; ahora es un poco distinta, con ese miedo y placer de recibir ese cubo de agua. Esta nostalgia post-proyecto es un buen signo, una señal positiva de que pasé momentos especiales con cada miembro del equipo "Free from Desire".

Quisiera hablar más del proyecto, pero necesito hablar del vacío que me dejó la pérdida de mi perro Kenny. Kenny es un perro —bueno, con cuerpo de humano pero cabeza de perro—. Al principio de la creación, lo aparqué fuera del Price y nunca más lo volví a ver. Al no tener fotos de Kenny, me fué difícil explicarle a la gente que mi perro se perdió sin que se rían de mí. Esta es una lección de vida muy fuerte que me está enseñando algo importante: guardar lazos, estimular el espíritu de esta creación para seguir, acompañar, crear o continuar ese famoso

"¿y ahora qué?".

Evidentemente la vida sigue. ¿Que se puso una semillita en el camino y hay que regarla? No lo sé, pregúntenle al director. ¿Que lo de mi perro Kenny es una mentira? Falso, es tan real como mis ganas de veros de vuelta, equipo. Mucho amor para todxs.

Y bien, como diría el borrachito: "Valientes aquellas que luchan por sus sueños"

Christian

18 de septiembre de 2025

Escribe Camilo


Cuando era pequeño vi por primera vez un Circo mientras viajaba por Chile junto a mi familia. Recuerdo que era muy precario, apenas se levantaba con un par de fierros y sillas de plástico. Sin embargo, nunca olvidaré que, saliendo del espectáculo, un pensamiento me mantendría intranquilo hasta el día de hoy. En ese momento, a esa temprana edad pensé: quiero ser Payaso.

No había hecho esta reflexión ni recordado esta anécdota hasta vivir la experiencia CRECE, porque toda mi carrera como payaso se había movido en el underground, actuando en donde se me permitiera, en cabaretes, kafetas, espacios públicos, la calle… Hasta que un día, de pronto, me veía entrar en los pasillos de Circo Price, observando cada uno de sus rincones, nuevamente volviendo a ser ese niño pequeño, curioso… Y frente a mí, a modo de recordatorio, los cuadros antiguos donde están los registros de actuaciones de mis grandes ídolos e ídolas, los cuales me dieron fuerza, cual si fueran espíritus que se colaron en mi cuerpo y que me invitaban a atreverme a hacer, pero también me exigían una gran responsabilidad sobre mis hombros.

Fue en este camino en donde entendí que no podría hacerlo solo. Así que saqué ciertas conclusiones. 

La primera, agradecer a mi compañera de trabajo, la payasa Louna, que siendo de lugares tan distintos pudimos crear, entendernos y dialogar hasta crear un vínculo que se llevaba al escenario y en donde el público muchas veces pensó que trabajamos juntos desde hace años, aunque solo llevábamos juntos 14 días.

La segunda, el director, Joel Martí, que siempre me hizo trabajar desde la incomodidad y esto me hizo crecer como artista, cuestionando constantemente el oficio y también por qué no, confiando en sus locuras.

La tercera tiene que ver con todo el maravilloso elenco que se formó para esta edición de CRECE , cada uno con su talento y su trabajo. Con un hambre impresionante de creación y de mundo.

La cuarta, todos y todas las trabajadoras del Teatro Circo Price, desde técnicos hasta servicio de limpieza, cada persona que me entregó un mensaje de apoyo y aliento.

Quinta, la Escuela de Circo Carampa y todo su equipo de producción, que estuvo siempre disponible para cualquier asunto y acompañaron todo el proceso.

Solo me queda agradecer esta oportunidad que me ha dado más razones por las cuales elegí este oficio y la fuerza para seguir creando, porque payaso…, PAYASO HAY PARA RATO.


Infinitas gracias, 

Camilo Oyadaner Salcedo

Escribe Álvaro


La verdad, no sé por dónde empezar. Solo ha pasado un día desde el estreno y ya estoy deseando volver al escenario esta noche. Para mí, CRECE ha significado el cierre de un círculo, el final de una etapa que ha pasado increíblemente rápido.

Llevo años siguiendo el proyecto como espectador y es increíble como lo que un día imaginé, hoy lo estoy viviendo. Cuando recibí la noticia, no podía creerlo, siempre admiré cómo lograban crear un espectáculo en tan poco tiempo, con artistas de diferentes escuelas y países. Hoy me toca vivirlo desde dentro, y no podría haber imaginado un lugar mejor que el Teatro Circo Price. Actuar allí, tan cerca de casa, en un escenario que tantas veces vi como público, y ahora lo piso como artista.

Durante el proceso, conocí a personas muy diferentes, con formas únicas de trabajar. Cada día fue un aprendizaje constante, un momento para compartir, aprender y crear juntos.

Hubo momentos de duda, de cansancio, ensayos largos, repetir y repetir, salir de la zona de confort, asumir riesgos, traspasar los límites, improvisar, construir personajes muy alejados de mí…, pero también muchas risas, cubazos de agua y locura. El apoyo del grupo, de Eva, y sobre todo de Joel, nuestro director, gracias por dejarme formar parte de su propuesta y habernos acompañado tan de cerca. Nos dio libertad para proponer, para arriesgar, fallar y para crear desde cero. Todo lo que se ve en el escenario nació de nosotros, eso hace que el espectáculo sea aún más especial, porque ha sido creado por y para CRECE, y así se quedará.

Me voy con muchas herramientas nuevas, con más confianza y con la sensación de haber vivido algo que no se repite. CRECE ha sido un espacio de encuentro, de creación colectiva y de locura compartida.

Gracias a Carampa, al Price, y a cada persona que lo hizo posible.

Seguimos creciendo… alegres, y quizás, como dice el espectáculo, un poco más insensatos también.

Álvaro

Escribe Marco


Desde que se abrió la candidatura para el CRECE este año hablé con Fenja, mi compañera de báscula, y los dos teníamos claro que queríamos participar en el proyecto. Enviamos todo lo necesario y esperamos. Fue una sorpresa fantástica ver que habíamos entrado y lo esperamos con muchas ganas. La oportunidad de hacer mi elemento en un teatro así y tener la facilidad de transportar todo y trabajar en tan buenas condiciones es genial. 

La idea del CRECE es muy buena pero con un grupo como el de este año es mucho mejor. Fue muy fácil trabajar y muy divertido hacer todo esto con el equipo y con el director. Aunque al principio las propuestas nos chocaban o no las entendíamos del todo se buscó la manera de hacerlo lo mejor posible para todos y se logró un resultado muy satisfactorio para el poco tiempo que hay. 

Esta ha sido la primera vez que he actuado en el Teatro Circo Price y es una maravilla. Ha sido una oportunidad y una experiencia, como artista y como persona, buenísima. Muchísimas gracias a Carampa y el Price por organizar este proyecto.

Marco

Escribe Louna


 Querido diario, 

J'écris ces quelques mots desde el tren que vuelve a Lyon

Cher journal,

No dormi mucho la verdad,

Une dernière nuit, para despedirse y luego volver a la réalité 

What a mess in my head 

Querido diario

I'm confused

En quatorze jours, on a créé un spectacle 

En si peu de temps, hicimos algo grande

I was scared 

Tenía tantas ganas 

De a poco, nos fuimos conociéndose 

On s'est fait confiance

We worked a lot

Y bailamos

On a beaucoup bossé 

And we found the espada

Dear diary

On a très bien mangé aussi

We did not forgot to se bichonner

On a foulé les planches del gran Circo Price

Et on en a mis partout

Water, nata, phones, sueur, moneda, massues

J'étais pas déçue

What a mess 

Quel bonheur

Vaya despropósito


Querido diario

Une poêlée de little chicken 

A team of prodigias

Une grappe of handsome characters 


Cher journal

Le train arrivera en gare voie D

Tengo que bajar 

I need to llegar

Pero algo se quedó allá 

En un cubo de agua

Louna 

Escribe Fenja




Un miércoles del CRECE, 8:30.
Suena la alarma. Me siento bien, con ganas de empezar el día. El cuerpo responde, aunque aún me faltarían unas horas de sueño. Un café y un pan después, cruzo el parque de San Isidro rumbo al Price. Al llegar al río, miro la hora del bus: 9:55. Pedaleo más rápido. Hay que llegar antes de las diez, porque si no… cubo de agua.

El cubo de agua: ese compañero fiel del CRECE. Ya en el cuestionario inicial tuvimos que confirmar que no teníamos problema con que nos lanzaran uno. Primer día: planificación – cómo tirar bien un cubo de agua. Mi rol asignado: lanzar cubos de agua. Feedback diario: "Fenja, ¡hay que tirarlo bien!"

10:03.
Llego al Price, alerta por si me espera un castigo líquido, pero tengo suerte: aún está llegando todo el mundo.

10:05.
Pago un café con una moneda de 2 euros; la máquina me da el café… y 2,10€ de cambio. El día empieza generoso.

10:30.
Joel reparte las notas del día: qué trabajar, qué escenas y transiciones repasar, qué funcionó bien (Ilaria, je t’aime), y qué se va (como que Christian se quite los pantalones en escena).

11:30.
Todas en pista. Repasamos transiciones: lxs payasxs nos alegran con nuevas escenas mientras calculan a quién le lanzarán la tarta, Rafa explora la vida de un jamón colgado, y yo pruebo si lo mío podría ser ser cantante de punk.

14:00
.
Hora de comer. Lili, la dueña del bar de enfrente nos espera con su menú del día.
Un piti.
Una siesta.
La pausa perfecta.

16:00.
Arrancamos la tarde.


Todo sigue su curso: Ilaria le declara el amor a Rafa. Louna y Camilo, Pim Pam tú y yo. Javi intentando tirarse como un loco en la pista sin romperse más el cuello. Rachel y Christian improvisan una nueva coreografía. Tara y Álvaro negocian su relación tóxica con Joel. Marco y yo nos tiramos desde una plataforma de cuatro metros al colchón. Un miércoles cualquiera.

18:00.
Pase diario.

20:00.
Inhalamos unas galletas donadas por un alma generosa. Masajito para Rachel, que ya es oficialmente adicta a la crema morada para su hombro lesionado. Mientras tanto, escuchamos las notas del pase. Mañana más. Pero antes, nos tomamos una. 


Fenja

Escribe Ilaria

Fueron tres semanas intensas, llenas de emociones, intercambio y crecimiento. Tuve el placer de compartirlas con personas y artistas que me inspiraron profundamente, cada uno con su propio recorrido y su energía única.

 
Fue super interesante abrazar la visión artística de Joel y dejarme llevar. Para mí, fue una oportunidad para ponerme a prueba, salir de mi zona de confort y un espejo que me reveló matices, sombras y profundidades de mi personaje.
 
Creamos un espectáculo que, me di cuenta al final, logró resaltar las cualidades de cada uno. Gracias al aporte generoso de todos y a la dirección de Joel, nació un espectáculo lleno de humanidad y emociones.
 
Una etapa breve pero muy valiosa para mí. También cansada durante el proceso creativo, pero una fuente de energía increíble.
 
Venga… ¡a cuidarse!

Ilaria