Un miércoles del CRECE, 8:30.
Suena la alarma. Me siento bien, con ganas de empezar el día. El cuerpo responde, aunque aún me faltarían unas horas de sueño. Un café y un pan después, cruzo el parque de San Isidro rumbo al Price. Al llegar al río, miro la hora del bus: 9:55. Pedaleo más rápido. Hay que llegar antes de las diez, porque si no… cubo de agua.
El cubo de agua: ese compañero fiel del CRECE. Ya en el cuestionario inicial tuvimos que confirmar que no teníamos problema con que nos lanzaran uno. Primer día: planificación – cómo tirar bien un cubo de agua. Mi rol asignado: lanzar cubos de agua. Feedback diario: "Fenja, ¡hay que tirarlo bien!"
10:03.
Llego al Price, alerta por si me espera un castigo líquido, pero tengo suerte: aún está llegando todo el mundo.
10:05.
Pago un café con una moneda de 2 euros; la máquina me da el café… y 2,10€ de cambio. El día empieza generoso.
10:30.
Joel reparte las notas del día: qué trabajar, qué escenas y transiciones repasar, qué funcionó bien (Ilaria, je t’aime), y qué se va (como que Christian se quite los pantalones en escena).
11:30.
Todas en pista. Repasamos transiciones: lxs payasxs nos alegran con nuevas escenas mientras calculan a quién le lanzarán la tarta, Rafa explora la vida de un jamón colgado, y yo pruebo si lo mío podría ser ser cantante de punk.
14:00.
Hora de comer. Lili, la dueña del bar de enfrente nos espera con su menú del día.
Un piti.
Una siesta.
La pausa perfecta.
16:00.
Arrancamos la tarde.
Todo sigue su curso: Ilaria le declara el amor a Rafa. Louna y Camilo, Pim Pam tú y yo. Javi intentando tirarse como un loco en la pista sin romperse más el cuello. Rachel y Christian improvisan una nueva coreografía. Tara y Álvaro negocian su relación tóxica con Joel. Marco y yo nos tiramos desde una plataforma de cuatro metros al colchón. Un miércoles cualquiera.
18:00.
Pase diario.
20:00.
Inhalamos unas galletas donadas por un alma generosa. Masajito para Rachel, que ya es oficialmente adicta a la crema morada para su hombro lesionado. Mientras tanto, escuchamos las notas del pase. Mañana más. Pero antes, nos tomamos una.
Fenja