22 de septiembre de 2025

Escribe Rafael



Hola, soy Rafael. Quizá me conocéis como el tipo de mala leche que echó a un vagabundo borracho del teatro…, o como el que movió a dos personas de sus asientos para mandarlas a la esquina más remota. También os puedo sonar por quitar móviles y lanzarlos al suelo, o por intentar parar un espectáculo cuando los artistas la están liando demasiado. Soy ese que pasa vergüenza cuando le declaran su amor en escena, también soy el que intenta echar (otra vez) al borracho que vuelve a liarla, y el que corre sin parar atado de las manos, dejando hasta el último aliento. Ah, y no olvidemos que sigo siendo ese que acaba colgado como un jamón durante 20 minutos. Quiero pensar que fue un error y se equivocaron…,  aunque viéndolo desde fuera, tal vez fue la excusa perfecta para dejarme ahí sin molestar.

–Naaah, son buena gente, no creo que lo hicieran a propósito… ¿o sí?

Más allá de todo eso, vivir esta experiencia ha cerrado una etapa importante de mi vida: como técnico. Me he dado cuenta de que no valgo mucho para eso. Estos cabrones me han contagiado: ¡¡ahora yo también quiero ser alegre e insensato!! He empezado a mear sin levantar la tapa y dejo los frascos de pepinillos abiertos… Voy poco a poco… Buscando una nueva etapa que vivir.

Quiero agradecer a Joel y Javier por confiar en mí, a Eva por salvarme la vida, y a todo el equipo de Carampa y el Teatro Price por hacernos sentir en casa.

Nos vemos pronto echando un café. :D

Rafael