23 de septiembre de 2020

Reflexión de Amaya Frías

Iniciar algo que sabes que tiene fecha de fin y en esos 21 días, sentirte privilegiada por poder disfrutar del arte y la cultura, en la etapa de abrazar con la mirada.

Reafirmar: el arte te salva.

Compañeros y compañeras que se convierten en un colorido cardumen. Que son belleza y con los que me he nutrido de conocimientos y experiencias. Me guardo las miradas cómplices entre actos.

Jorge Albuerne que hacía que nuestros cuerpos hablasen y nuestras voces fuesen coros, recuperó la memoria, la transitamos e hizo del circo un vehículo con el que seguir circulando.

Equipo de profesionales de las artes escénicas, tan necesarios hoy y siempre, que te hacen sentir como en casa.

Mirar al público desde la distancia.

Butacas desempolvadas, telones en movimiento, calles de luces que transitar, que te guían.

En mi viaje me acompañan flores, muchas flores. Las que dejé en la pista del "Templo" y las que guardo a ritmo de copla.

CRECE ha sido puro fuego.

Yo, agradecida.

ALEJANDRA decidió querer quedarse y no irse.